Amor de invierno; Jazmín Riera
Esta historia transcurre entre ensayos de baile y la nieve y buenas vistas en Bariloche.
Lo empecé algo lento por la introducción al baile y sus nombres raros pero desde que aparece en escena el personaje masculino, todo cambia.
Transcurre sin sobresaltos, o son realmente mínimos. Shep y Lina se reencuentran y van puliendo una relación futura dejando atrás los errores del pasado. Fue emocionante descubrir que no se encontraron allí por casualidad, sino que él hizo que pasara suplantando una amigo en su lugar de médico y hospedándose en el mismo hotel que ella para tenerla cerca y volver a conquistarla. No esperaba que se llame Cruz Soriano, en mi corazón siempre esperé que su nombre fuese Evan, que él fuese el mismísimo hijo de Harry Hoffland y tuviera su historia como personaje principal. Tampoco esperé que él fuese bailarín y que no fuera bueno en el boxeo. Eso no me gustó. Esperaba más de él.
El vistazo al futuro, a lo que son Abby y Harry me gustó, pero no siempre es fácil cambiar en mi mente lo jóvenes que eran en el último libro, a lo adultos que se vuelven en otro. Y a mi me encanta mantenerlos jóvenes y pensar que me los puedo cruzar en la vida real. Mi imaginación no tiene límites y ahora los debo pensar como padres que pronto podrían ser abuelos. Nonono.
Solté una lágrima cuando Harry la llamó en el final PECAS a Abby, fue como volver al pasado reviviendo todo lo que habían vivido antes.
Fue un buen libro para pasar el rato, algo mejor que Amor de Verano porque acá sí hay final feliz para los personajes principales.
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