Ariadna; Jennifer Saint.
Hay un prólogo sobre Creta contando lo que su padre, Minos, ha hecho para quedarse con Atenas y otros lugares. Y se pregunta qué hará su padre con una hija desleal.
Empieza con ella contando que por plagas mandadas por Zeus, el pueblo ha accedido a dar 7 hombres y mujeres en sacrificio. Alimentará anualmente al Minotauro.
Ariadna nos cuenta de Dédalo y sus creaciones en su casa, de cuando le hizo un collar fino con abejas ya que esas con adoradas por los dioses y seguro se amansa lo que sea con miel.
Dédalo se casa con una hija de Creta y eso lo ata al lugar y a seguir creando cosas para Minos. La esposa muere al dar a luz antes del año de casados, nace Ícaro. Y Ariadna deja a su hermana ir tras ellos en juegos.
Nos cuenta lo que pasa ahora, su madre está embaraza del toro que pidió Minos a Poseidón y ese último se vengo de minos haciendo que la esposa sienta deseos con el toro. Su madre es un cascarón de lo que fue. Ese acontecimiento es el murmullo en toda Creta.
A sus 10 años, nació Asterión. Posteriormente, el Minotauro.
Se encargó de alimentar a su hermano junto a su madre, Pasífae, con el tiempo sólo lo hizo su padre. El bebé creció rápido y se hizo fuerte. Ahora Minos aparece y le pone el nombre de Minotauro, pide a Dédalo que haga el laberinto bajo el Palacio.
La madte está perdida en sí misma, el padre está plagando los cuerpos de sus amantes con escorpiones. El hermano se va con un tío, las chicas se quedan en el Palacio. Dédalo e Ícaro son encerrados para que no dejen Creta y exista el riesgo de que hablen sobre el laberinto y el Minotauro.
Ariadna tiene 18, su hermana Fedra 13.
Ha llegado un pretendiente para Ariadna que su padre aprueba. Llegó un barco con los que serán dados al Minotauro, y Ariadna hace contacto visual con un muchacho amable, que ayudó a una chica que había caído, poseedor de unos ojos verdes.
Las hermanas van a los juegos. Ariadna no disfruta como su hermana. Allí está Teseo, que se ofreció para acompañar a sus compatriotas en ser alimento del Minotauro. Fedra lo mira con ensoñación.
El gana en los juegos contra Taurus. Minos llama a Ariadna para que lo corone ganador. A ella le da curiosidad. En el banquete, los sacrificios ven a los demás comer, Ariadna no sabe que le ocurre con Teseo.
Mide ayuda a su madre perdida en su mente, que la escucha y logra decir algo que le da ideas. Buscará a alguien que enfrente a su padre para terminar con aquellos sacrificios.
Pide ayuda al creador del laberinto, Dédalo la ayudará para quitar aquel peso de sus hombros y porque vio que Teseo podría ser fuerte ante el Minotauro. Le da a Ariadna una bola de hijo rojo con una llave pesada en el centro. Pero antes le hizo ver que Teseo sabe de la bondad de ella, de que alimentaba a su hermano y que es seguro que sabría algo que lo ayude. Teseo quiere llevarse la cabeza del Minotauro, acabar con el mito y dejar sin nada a Minos. Después de ayudar a Teseo, Ariadna debe salir de la isla de Creta para jamás regresar.
Con la llave lo libera y lo saca fuera para hablar. Teseo cuenta su historia. Y en la mitad del relato, Fedra aparece ante ellos. Había seguido a su hermana en todo momento.
Teseo está de acuerdo en llevarse a ambas hermanas. El plan es trazado, Fedra vuelve a la cama y Ariadna es besada por él.
Se abre ante sus ojos un futuro con Teseo.
Ariadna da el hijo rojo para que usa en el laberinto y lo vuelve a dejar en la celda.
Al otro día va al laberinto y deja el garrote de Teseo a un lado. Fedra no aparece en el lugar que debía y parten sin ella. Teseo volverá al día siguiente a buscarla para que así pueda bailar en la boda que tendrá con Ariadna.
Llegan a la isla Naxos donde hay una casa de piedra con cama digna de un dios. Allí Ariadna, en un arrebato de valentía, deja que Teseo la tumbe en la cama.
Despierta sola, sale de la casa para ver que el barco se está yendo. No lo alcanza. La han abandonado allí.
Pasan los días, pierde la esperanza. No sabe qué hacer, qué esperar. Si él regresará, sabe que intentaría arrancar su cabeza. Ya no correría a sus brazos. Al menos no la dejó embarazada.
Segunda parte. Fedra narra lo ocurrido. Jamás llegaron a buscarla donde Teseo dijo que irían. Sale el sol y va al Palacio. Sabe que Teseo tuvo éxito. Ve a Dédalo e Ícaro escapar con sus alas y al último ir demasiado cerca del sol. Ahora le queda escuchar lo que se sabe en el Palacio y elaborar otro plan.
Se sabe de Ícaro y Dédalo. De la huída de Teseo, la desaparición de Ariadna y los destrozos del cuerpo del Minotauro.
Ariadna sigue en la isla, ahora acepta lo que está viviendo y es viendo ve unas velas acercándose a Naxos.
Fedra es ignorada por todos mientras Minos planea su venganza. Pasífae llora por el Minotauro.
Ahora Minos a zarpado y otro barco fue enviado en bisca de un hermano, Deucalión. Trae noticias de Ariadna desde Atenas. Teseo le dijo que Ariadna murió en Naxos en la noche, dormía aparte para proteger su virtud y la encontraron muerta por una serpiente. Minos está desaparecido buscando a Dédalo. Deucalión da a Fedra a Teseo como esposa, parte ahora para casarse en 5 años con él. Harán eso para asegurar la paz por tantos sacrificios que enviaban al Minotauro y así no habrá guerra. Teseo piso tierra ateniense siendo rey ya que su padre se suicidó al ver las velas negras del barco y creerlo muerto por no hacer el cambio a unas blancas. (Habrá sido planeado por parte de Teseo?)
Al otro día es enviada en un barco. Llega y llena de preguntas a Teseo. Él termina algo enojado por todo ese bombardeo, no parece haber pensado bien todas sus mentiras.
Fedra fingirá todo lo necesario para averiguar toda la verdad sobre su hermana.
Uvas 🍇, agua y vino 🍷 sale cerca de la casa donde se encuentra Ariadna. Hay algún dios, o no, que se apiadó de ella y está dando aquello para mantenerla viva.
Un barco avanza hacia Naxos. Un hombre de cabello dorado transforma a once de sus hombres en delfines y sólo conserva un hombre. Con el avanzan con el barco, Ariadna cree que es Dioniso e irá a la playa oara enfrentar su destino al haber estado allí, ocupando su casa.
A medida que se acercaban a la casa, ésta se convirtió en un palacio. Dioniso fue por comida y charló con el hombre, Acetes, y con Ariadna. Luego salieron a caminar y ella le contó su historia.
Dioniso la quiere como guardiana de su casa mientras está fuera, ella a cambio pide que averigüe sobre su hermana. El agua y el vino fluiran, la despensa estará llena. Pasan los días y Dioniso no vuelve. Cuando lo hace le cuenta la situación de Fedra sin mencionar que Teseo será su esposo en el futuro (¿por qué lo hizo así?)
Fedra no obtiene respuestas sobre las preguntas sobre su hermana y comienza a estudiar a Teseo para ganárselo con cautela, una que no posee y debe practicar. Le mete ideas en la cabeza para que viaje a misiones por más monstruos o bandidos que aniquilar para que su pueblo no deje de tenerlo como héroe, aparte de salvar a sus hijos.
Los años pasaron, Fedra tomaba el lugar de Teseo mientras salía de viaje por aventuras. Llegó el día de sus 18 y la boda que se hizo el mismo día del nacimiento del Minotauro. Fedra aún sospecha de Teseo con respecto a lo que pasó con su hermana, no comprende cómo Artemisa mandó una serpiente a que la matara si ella había ido a dormir aparte para proteger su virtud. Entonces sospecha que Teseo hizo algo que pagó Ariadna, pero él, que ahora duerme a su lado, jamás se lo contará.
Ariadna ha pasado los años escuchando las historias de Dioniso, y un día lo hace enojar. Él desaparece y la deja continuar con la vida allí. Ahora cultiva y demás, sobrevivirá.
Fedra aconseja a Teseo hacer un festival oara unir a la gente de Ática. Un año después de la boda, Teseo trae noticias de Minos. Encontró a Dédalo, pero murió después por un invento del mismo. Fedra está contenta, Teseo la ha observado debidamente para saber que eso la pondría feliz y por eso se lo contó.
Fedra continúa con sus tareas. Sabe que si debe cautivar a alguien, es a Teseo. Deja de pensar en su hermana para sobrevivir en Atenas con Teseo. Los viajes siguen. Y en un momento el vientre de Fedra comienza a crecer. Pronto habría algo más en lo que ocupar su mente y debía reprimir su rabia por ello.
Ya casi no pensaba en Ariadna.
(Hasta acá todo pasó rápido, no esperé que la nina crezca y sea casada con Teseo. Creí que Ariadna saldría de la isla e iría a Atenas a evitar aquello. Los años pasan y todo cambia. No lo esperaba. Creí que ellas tendría siempre la misma edad en todo el libro)
Ariadna sufre la soledad sin Dioniso. Un día vuelve y le cuenta como siguió su historia con aquel hombre que mandó a las estrellas para que todos disfruten de su belleza. Luego cuenta de cuando fue al Inframundo, todos los dioses pueden ir pero eligen no hacerlo, y fue a ver a su madre. La quiere robar. Nadie roba a Hades. Dioniso creció en el mundo humano, sabe de sus pasiones, defectos y virtudes. Sabe que viven intensamente. Él compartía el vino y vio todo aquello. Le cuenta de que Heracles buscó a Teseo en el Inframundo cuando ese idiota intentó robar a Perséfone. (Teseo es un cobarde)
Entonces Dioniso se llevó a su madre, ahora es una diosa y Hera, quien la mandó a su muerte al hacer que Zeus muestre su verdadera forma, debe verla cada día y no puede tocarla.
Dioniso pasa días en la isla, llegan doncellas y demás a festejar su llegada. Un día Ariadna comenta que envejecerá y él no querrá verla, a lo que Dioniso dice que la amará incluso con arrugas. Se casan en la isla. Tienen 3 hijos. Ariadna solo se reprimia en todo momento ante los logros de los niños para que nadie del Olimpo ponga un ojo sobre ellos y les hiciera algo. Dioniso tenía sus procesiones a las montañas con las ménades. Y ese día vio que esas mujeres limpiaban sangre de sus ropas. No sabía de sacrificios, pero era obvio que los hubo. Dioniso había partido esa mañana. Ahora llegaba un barco de velas blancas desde Atenas.
Tercera parte. Por 7 años, Fedra ha creído muerta a su hermana. Ahora se entera por un capitán que está en Naxos y es esposa de un olímpico. Descubre la mentira de Teseo, no traería una traidora a su pueblo. Fedra entra en labor de parto.
No se vincula al bebé. No tiene instinto materno, no logra calmarlo o soportarlo, pero lo oculta para que nadie lo sepa. El bebé llora en sus brazos, aunque hace todo lo que debe para mimarlo o alimentarlo. Solo se pone contento si ve a su padre. Es igual a él. Fedra teme que crezca y diga mentiras como su padre y deje a su suerte a alguna mujer como Teseo con Ariadna. Viene otro bebé. Y no siente nada. No se vincula. Se mantiene atada a sus dos hijos mientras busca más verdades sobre lo que pasó con su hermana en aquella isla. Teseo tiene lo que ella quiere: libertad, evación, aventuras.
Llega ante Ariadna a contar su vida y lo último: la llegada de Hipólito.
Años atrás, Teseo viajó al Amazonas como un hombre sin nada y violó a Hipólita, reina de las Amazonas. Fedra se enteró al escuchar lis murmullos de las mujeres. Y actualmente, ese hijo llegó allí porque no puede seguir con las Amazonas.
Fedra busca el momento para hablar con ese buen hombre. Hipólito es muy distinto a su padre, al crecer con las Amazonas y no estar bajo la influencia masculina, es un hombre amable. Quiere vivir una vida casta, lo juró por Artemisa y Fedra no comprende aquello al ser un hombre joven.
Fedra viaja a Naxos, visita a su hermana. Ariadna siente algo sobre Fedra hacia Hipólito. (Yo también. Creo que se ha enamorado, o lo hará.)
Fedra busca refugio allí para cuando convenza a Hipólito de irse juntos. Ariadna le hace ver lo que pasaría, viviría lo mismo que su padre. Las murmuraciones, las risas, los chismes. Pero Fedra no escucha y comprende que no hay lugar para ella allí. (Ariadna y Fedra me recuerdan a lo que somos mi hermana y yo. Yo sería Ariadna, la muchacha racional, pensativa, y mi hermana sería un espíritu salvaje al igual que Fedra.
Al otro día se va de la isla, y Ariadna no sabe si verá de nuevo a su hermana.
Fedra se va enojada porque su hermana no ve lo que Dioniso hace en los bosques con las mujeres, y el tema de la sangre. (Qué hacían? No recuerdo haberlo leído antes. En otros libros de mitología.) Ahora está más decidida que nunca. Se bañará en deliciosos aceites para esperar a Hipólito y así contarle lo que quiere con él.
Las insinuaciones de Fedra sobre lo que pasa en los ritos a Dioniso, hace que Ariadna piense en ello. Cuando vuelve su esposo, lo ve diferente. No habla como antes ni tiene ese brillo travieso en los ojos. Esta enojado porque hay una ciudad donde su hermano, por parte de Zeus, no quiere que se le rinda culto o tengan los vicios del vino.
Entonces él vuelve a ser el de siempre. Ariadna está cautelosa. No va esa noche al bosque, pero cuando Dioniso llega a la cama, ella se va al bosque. Ve chicas con los vestidos rotos y sangre, en sus rostros tierra y lágrimas. Cuando quiso preguntar, esas chicas eran llegadas por otras. Decidió que al otro día, iría al bosque para saber qué ocurría.
Descubre que están al borde de la locura. Dioniso hace que un cabritillo se rompa, salpique a las mujeres y a él para luego decir unas palabras y el animal vuelve a unirse. Ariadna se va de allí horrorizada. Al otro día, una de las mujeres habla con ella sobre el porqué de estar allí. Su padre la dio a un esposo frío que tiró a su bebé a la ladera por ser niña. La chica buscó refugio en Naxos y dejó de oír el llanto de su bebé muerto.
Ariadna toma la decisión de ir a Atenas con su hermana. No la abandonará por segunda vez.
Dioniso la deja ir, aunque ha visto el destino que tomará Fedra. Lo sabe.
Ariadna llega. Es recibida por su hermana. Luego Fedra se va a perseguir su sueño. Ariadna vio que Hipólito no nota lo que para ella es obvio: el enamoramino de su hermana por él.
Mientras Ariadna está sola en el Palacio, lo recorre con el bebé y hay alguien en el patio. Alguien que no es su hermana Fedra.
Teseo está allí. Han pasado 15 años desde que la abandonó en la isla.
Llegan mujeres llorando a gritos con una carta que lo hace correr y Ariadna va detrás. Hay algo aterrador que presencian.
Fedra cuenta que Hipólito no la ve más que como madre. Se va dejándola sola, y ella busca una salida ante el ridículo que le espera.
Se ahorca.
Teseo quiere creer que Hipólito la profano y pide a Poseidón que lo castigue. Muere. Ariadna deja atrás a Teseo.
Luego de los entierros, volvió a Naxos con Dioniso.
Cuarta parte. Dioniso cuenta lo que hace con la cabra. Y que él resucita a los muertos cuando todavía hay un latido o un alma en el cuerpo. Si pudiera, traería a Fedra con Ariadna, pero ya no puede. Sabe que lo vio aquella noche y que no le gustó, así que le pide que no los vuelva a seguir. Entonces Ariadna comprende que sus seguidoras esperan que un día les devuelva sus seres perdidos, pero no saben que ya no puede.
Todo vuelve a la calma y paz de antes.
Ariadna propone ir ante Perseo para que Dioniso le muestre lo que se pierden sobre sus ritos. Viajan a Argos solos, dejan a los niños con las ménades.
Perseo lo echa, pero no se va. Ariadna escucha por boca de su esposo que busca miles de seguidores fuera debido a tener una esposa mortal y frágil. Amar a mortales siendo un dios, es sufrimiento.
Al otro día, habla con las mujeres de Argos. Nadie lo sigue, y es el momento cuando él hace salir serpientes de su bastón y Ariadna se esconde con las demás mujeres. Escuchan lo siguiente, la cabra partida y regenerada. Pero Ariadna descubre que no lo eran. Las mujeres buscaron a sus hijos para que Dioniso los reviva. Eso pasó en el momento que él las llevó a la locura con el golpe de su bastón en la tierra. Ahora venía todo el ejército de Argos contra él.
Ariadna deja a Dioniso para que los contenga y se va a Naxos con las mujeres.
Corre hacia Perseo y mira el escudo de Medusa. Queda hecha piedra. Dioniso llora. No puede hacer nada por Ella. Lo sabe. Ella lo ve, piensa en sus hijos. En sus últimos momentos con ellos. Sus abrazos. Hasta que su mente se convierte en piedra.
Epílogo. Ariadna es la joya fulgurante de la corona que le dio Dioniso cuando se casaron y luego mandó al cielo. Desde allí ve todo cuando es de noche. Ve a sus hijos crecer sin problemas, sin la carga de ser dioses como su padre. La isla queda para ellos y las mujeres ménades que los crían. Dioniso ocupa su lugar en el Monte Olimpo.
Ahora las mujeres le envían sus oraciones cuando necesitan fuerza en sus partos, para traer luz al mundo.
Me encantó. Es sin dudas un buen libro que recomendaría. Nada pasa según lo que esperaba, y eso siempre fue mejor.
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